Las emociones son parte esencial en el trabajo de Libeskind. Por eso afirma que, en cierto modo, primero tiene que enamorarse de un lugar antes de poder desarrollar un nuevo proyecto. En el caso de Mons de Bélgica se puede afirmar esto: para la ciudad cultural europea del 2015 el arquitecto y diseñador creó un nuevo centro de congresos con unas formas marcadas que recuerdan a un barco enorme.

En la ciudad valona Vincent Van Gogh tomó la decisión de convertirse en artista y Orlando di Lasso compuso su música en Mons. Libeskind se entusiasmó con la historia del lugar y se puso manos a la obra para crear una construcción excepcional y al mismo tiempo artística. Su inspiración lo encontró finalmente en el rio “Haine” que en tiempos antaños posibilitó el progreso hacia una ciudad de comercio y que hoy resiste a las envestidas del desarrollo de la ciudad.

El rio en forma serpentina se reencuentra simbólicamente en la fachada del centro de congresos. Este se compone de dos partes diferentes que Libeskind reúne mediante unas cintas. La cinta exterior está hecha de madera de robinia y aparece clara e acogedor. Mucho más dinámica aparece la cinta de la fachada interior en aluminio anodizado. La construcción se culmina mediante una estructura en la planta superior que apunta en forma de flecha hacia el casco antiguo y recuerda a una proa de un barco. Con esta construcción Libeskind quería elevar al visitante para que pueda disfrutar desde el centro de congreso la vista del patrimonio de la humanidad de la UNESCO de Mons: la “torre Belfried” de la catedral. Con este edificio quiere unir el centro histórico con el nuevo barrio de Mons y acercar los habitantes de ambas partes de la ciudad de forma simbólica. La relación regional es parte del concepto de la sostenibilidad de Libeskind. Unas cintas diagonales hechas de piedra azul belga están colocadas delante de la plaza y se encuentra también en el interior del edificio. Tres auditorios con un total de 800 asientos, una sala multifuncional, 16 pequeñas salas para reuniones, oficinas y un restaurante conforman el total del proyecto. En los baños públicos se encuentra los diseños de otro arquitecto y diseñador mundialmente conocido: Philippe Starck que creó con Starck 3 un amplio programa de baño para Duravit. Los inodoros y los lavabos de la serie de cerámica se integran en el diseño del centro de congreso.