¿Cómo desarrolló su primera idea básica para el diseño Duravit?
En la historia de Duravit he aplicado primordialmente formas icónicas. Algunos las describen como arcaicas, pero no lo son. Arcaico significa estar unido con el pasado, mientras que los iconos son intemporales. Yo me pongo en un segundo plano e intento colocar todos los símbolos en un contexto más amplio. Todos los símbolos están marcados por los tiempos de la historia y reciben así un significado que es entendible para todas las culturas del mundo. Por un lado queremos la calidad más alta, unos precios aceptables y una fabricación en serie, y por otro lado también una pieza única solo para nosotros. Esto es humano. Es cada vez más importante no cuestionar la sostenibilidad de los productos de alta calidad. La sostenibilidad es básica. El cambio de un lavabo no se realiza cada tres meses sino que es parte de la casa y puede perdurar generaciones.
¿Qué papel juega el baño en su propia casa?
El baño es para mí una ampliación de la sala de estar. Por un lado sirve para refrescarse y revitalizarse y por el otro es un lugar tranquilo para relajarse y donde nos gusta pasar el tiempo. Una bañera tiene para mí, por ejemplo, tres funciones: visualmente es una escultura y una atracción en el baño, intuitivamente es como un sofá donde tenderse y funcionalmente es una bañera para lavarse.
¿Cuánto diseño necesita todavía en la actualidad una serie de baño?
El diseño marca un momento muy importante. Actualmente está integrado en la sociedad como algo muy normal. Aparte del diseño se trata, al fin y al cabo, solo de la honradez y el uso del producto. En un primer paso se busca un colaborador completamente honrado y una empresa industrial fiable como Duravit. Después se diseña un producto que sea útil. El diseño no puede salvarte la vida pero te la puede hacer más fácil. Creamos objetos de diseño para conseguir una utilidad real.
¿Qué ventajas aporta un producto de diseño?
Me he preguntado: ¿qué necesitamos realmente? Ya que todo lo que no necesitamos de verdad es inútil. Y todo lo que es inútil es peligroso para nuestra sociedad y se convierte en poco tiempo en algo desfasado. En la colección ME by Starck se trata, por ejemplo, principalmente solo de nuestras necesidades reales, de los suyos y de los míos. Sin un estilo definido, sin influencias tendenciales, sin efectos de publicidad. Se trata solo de lo que realmente necesitamos. Con el departamento de productos de Duravit hemos puesto el foco en la ergonomía auténtica, la gesticulación real: se trata de cómo fluye el agua de la mejor manera, cómo se ensucia lo menos posible y cómo se puede limpiar de la forma más fácil.
¿Por qué trabaja para una empresa como Duravit?
Mi credo es „si tienes la suerte y la felicidad de tener una buena idea tienes la obligación de compartirla”. Es fácil diseñar objetos bellos, pero si nadie los compra no es interesante. Por eso vale la pena trabajar con un colaborador como Duravit. Esta colaboración dura ya casi 30 años y se puede decir que conjuntamente hemos escrito parte de la historia.